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Paraíso Cinético

febrero 1, 2023

Performance en el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá
15 de enero de 2023.

Gilberto Palma: batería (floor tom utilizado como bombo, snare y ride de 20 pulgadas), pedales de efectos (distorsión, eco, overdrives y delays) para manipular la voz humana, silbidos y el sonido de los tambores.

Jota Nájera: teclado Yamaha y teclado Roland, sintetizador, osciladores, sampler, mixer y theremin de luz. Papas, ajos, aguacates, planta en maceta conectados al equipo electrónico e instrumentos de percusión de invención propia.

El Museo de Arte Contemporáneo ubicado en Ancón, Ciudad de Panamá, presentó una serie de performances el pasado 15 de enero, para cerrar con broche de oro la exposición del maestro grabadista, pintor y escultor Julio Zachrisson. Una de sus salas albergó el evento “Paraíso Cinético”, que según sus autores Jota Nájera y Gilberto Palma, consistiría en la búsqueda de una cuarta dimensión, la sonora, implícita en los personajes del mundo de Zachrisson. Estos músicos escuchan sonidos al observar los personajes creados por el artista plástico (artistas del circo, de la tauromaquia, figuras de inspiración africana y seres mitológicos, mitad animales y mitad humanos) y aquella tarde “interpretaron el lenguaje” con el que estas criaturas se comunican imaginariamente entre sí y con nosotros.

En su búsqueda reprodujeron fragmentos de sonidos propios de las corridas de toros, de música circense y de programas de dibujos animados; fragmentos de marchas propagandísticas alusivas a la dictadura militar panameña, a la destrucción causada por la invasión estadounidense del 20 de diciembre de 1989 y de toques de tambor de la cultura congo. La batería recreaba el tejido social istmeño y distorsionaba los sonidos familiares; los teclados y demás instrumentos electrónicos proponían una experiencia extrasensorial. Sonó la referencia a bandas sonoras de películas de ciencia ficción, mediante el uso del theremin, momento que hizo las delicias de los aficionados a este género, así como al cine de horror; se escuchó el audio de documentales vintage de trasfondo turístico en idioma inglés, celebrando los atractivos de las ciudades de Panamá y Colón, aportando una nota de humor ligero dentro del clima de la sala, que era de fuerte concentración. De vez en cuando se interpretaban acordes melódicos que funcionaban como una “limpieza de paladar” para seguir adelante con un “nuevo plato” del banquete sonoro. El público fue siempre receptivo.

De hecho, un punto importante a destacar de la performance fue su ausencia de ironía, y en su lugar una abundancia de inventiva… En el mismo tono intrépido, los músicos instalaron entre el equipo electrónico y la batería, un bodegón en 3era dimensión compuesto por mitades de aguacate, dientes de ajo, papas enteras y una planta sembrada en maceta, todos conectados entre sí, que emitían sonidos electrónicos al ser tocados con los dedos de la mano. El uso de estos y otros instrumentos de creación doméstica, de aspecto rudimentario y sonidos sofisticados, se robaron el show. El evento maravilló por la audacia, la coherencia y la alta calidad de su producción; hasta por una genuina elegancia, generalmente inusitada en la música experimental. El cierre fue de una fina dulzura, paralela y complementaria al mejor estilo naive de Zachrisson, aunque sin duda presenciamos un evento único e irrepetible, independiente y con vida propia.

María Eugenia Mann
Enero de 2023

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